Aniversario de Quiulacocha
En los Andes se han escrito las páginas más brillantes de la historia del Perú y América, y se ha forjado una cultura considerada entre las seis más grandes de la humanidad.
En los andes peruanos se han escrito las páginas que dignifican nuestra historia, desde el movimiento del Taki Onqoy, Tupac Amaru, la guerra de la Independencia peruana y latinoamericana; y tengo que referirme también al movimiento más grande de la historia que ha cambiado la realidad económica, política y social del Perú contemporáneo y cuyo balance aún nos mantiene divididos a los peruanos. Independientemente de las afinidades o discrepancias en la valoración de esta guerra reciente, quiero pedirle a los familiares de los militares caídos (yo tengo también) de los policías caídos, de la población civil y de los alzados en armas, que me disculpen por pensar que este tema debe tratarse a fondo y con objetividad para lograr una amnistía y reconciliación por el bien de todos los implicados y sobre todo de nuestro Perú y nuestros hijos.
Aunque muchos digan que la sierra representa el atraso, que el cholo peruano es por naturaleza complicado, que su deficiencia mental es por falta de oxígeno, etc. es más bien en la sierra donde han nacido la gran mayoría de los mejores hijos de nuestra nación y en la sierra tenemos a las comunidades andinas que son sangre de peruanidad, pasado y futuro de un nuevo Perú y reserva moral e histórica.
El pasado 23 de abril estuve compartiendo el aniversario de la Comunidad de Quiulacocha en el distrito de Simón Bolívar, provincia de Pasco y tierra de Daniel Alcides Carrión y ni la lluvia ni la granizada nos impidieron concluir el festival. A pedido de un gran comunero como Valentín López, ya fallecido, pude por fin cumplirle la promesa de esta Muliza “SERENATA PARA QUIULACOCHA”.
En los andes peruanos se han escrito las páginas que dignifican nuestra historia, desde el movimiento del Taki Onqoy, Tupac Amaru, la guerra de la Independencia peruana y latinoamericana; y tengo que referirme también al movimiento más grande de la historia que ha cambiado la realidad económica, política y social del Perú contemporáneo y cuyo balance aún nos mantiene divididos a los peruanos. Independientemente de las afinidades o discrepancias en la valoración de esta guerra reciente, quiero pedirle a los familiares de los militares caídos (yo tengo también) de los policías caídos, de la población civil y de los alzados en armas, que me disculpen por pensar que este tema debe tratarse a fondo y con objetividad para lograr una amnistía y reconciliación por el bien de todos los implicados y sobre todo de nuestro Perú y nuestros hijos.
Aunque muchos digan que la sierra representa el atraso, que el cholo peruano es por naturaleza complicado, que su deficiencia mental es por falta de oxígeno, etc. es más bien en la sierra donde han nacido la gran mayoría de los mejores hijos de nuestra nación y en la sierra tenemos a las comunidades andinas que son sangre de peruanidad, pasado y futuro de un nuevo Perú y reserva moral e histórica.
El pasado 23 de abril estuve compartiendo el aniversario de la Comunidad de Quiulacocha en el distrito de Simón Bolívar, provincia de Pasco y tierra de Daniel Alcides Carrión y ni la lluvia ni la granizada nos impidieron concluir el festival. A pedido de un gran comunero como Valentín López, ya fallecido, pude por fin cumplirle la promesa de esta Muliza “SERENATA PARA QUIULACOCHA”.